Introducción básica a la Terapia Estratégica Breve

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Sergio Sergio preguntó sobre
Psicología

La Terapia Estratégica Breve (TEB) surge como una alternativa a la Psicología y la Psicoterapia, consideradas en su momento como “métodos tradicionales” que asumían como una cuestión casi natural que los cambios en las personas eran lentos, sinuosos y en definitiva difíciles de conseguir. A finales de los años 70 el mundo de la Psicología y la Psicoterapia estaba atravesando una interesante transformación. Siempre en pelea constante por reivindicar su estatus científico, la psicología y su práctica (la psicoterapia) recibía críticas acerca de hasta qué puntos sus teorías y técnicas eran efectivas para hacer cambios “verdaderos” en las personas, sobre todo si se tenía en cuenta que en el imaginario colectivo se había colado una idea, alentada por los mismos psicólogos, de que el mundo introspectivo de las personas era de una complejidad infinita y que por tanto cualquier intento de cambio en las conductas y en la comprensión de nuestros comportamientos debía ser por fuerza lento y tortuoso. Esa idea aún pervive en muchas áreas y ramas de la psicología y la psicoterapia.

La alternativa de la TEB

En su momento se conoció como terapia breve sistémica debido a que muchos de sus investigadores y promulgadores venían del mundo del enfoque sistémico en psicología que desde mediados de los años 50 se había convertido en una alternativa terapéutica sobre todo en el campo de la terapia familiar. Un grupo de terapeutas, no todos psicólogos por cierto, liderados por Don D. Jackson, y entre los que se destacan figuras tan representativas como Paul Watzlawick o John Weakland, en el Mental Research Institute(MRI) de Palo Alto, California (este equipo de investigadores aún se conoce como el Grupo de Palo Alto) se plantearon la hipótesis de si era posible producir cambios efectivos en pocas sesiones y que se mantuvieran sus resultados en el tiempo. Sus investigaciones dieron con hallazgos increíbles para su época y aún para esta, consiguiendo desbloquear situaciones personales (intra e inter) en periodos que alcanzaban si acaso las diez sesiones, muy por debajo de la media de los tratamientos de la época que en los mejores casos alcanzaban los 6 meses con sesiones semanales (24 sesiones) que en disciplinas como el psicoanálisis se podrían triplicar en ese mismo tiempo y a través de varios años. Se sabe de psicoanálisis de más de 15 años. Justo es decir que el psicoanálisis no propone propiamente una cura a los problemas, así que es posible que no deba someterse a este tipo de comparaciones con las psicoterapias.

¿Qué propone la TEB?

En principio propone deshacerse de todo lo suntuoso de las sesiones terapéuticas y enfocarse de manera proactiva y decidida en provocar cambios que desbloqueen la problemática consultada. Toda la información del pasado, toda la información que no esté directamente relacionada con la manera en que las personas mantienen y refuerzan los problemas es puesta en un segundo plano (se trabaja más en el presente, lo que pasa hoy, que en las circunstancias de un pasado remoto) porque utiliza una enorme cantidad de tiempo y al final no es del todo pertinente para la consecución de los resultados. En el aspecto teórico se apoya en líneas de pensamiento poco conocidas incluso en el ámbito psicológico como el paradigma sistémico y constructivista, utilizando técnicas nacidas del saber popular, de la persuasión y especialmente de las paradojas y de lo que Giorgio Nardone ha descrito como “lógica no ordinaria”. Con la TEB se consiguen cambios significativos en depresiones de larga duración, ansiedad, ataques de pánico, fobias, compulsiones, problemas de pareja y de educación de los hijos, problemas sexuales de rendimiento, timidez, temor a hablar en público y otra serie de trastornos que pueden hacer de la vida cotidiana de las personas un infierno. Sensograma inocenciaUno de los principios básicos del modelo original de la TEB es que no es cierto que un problema complejo y crónico en el tiempo, requiera de soluciones igualmente complejas y de larga duración. No son los problemas en sí mismos sino las soluciones equivocadas las que provocan que se mantengan o refuercen los problemas. Por ejemplo, la mujer celosa que acosa al marido con una batería de sospechas y protestas acerca de sus comportamientos poco fiables sin que tenga pruebas fehacientes de su infidelidad puede provocar que la vida conyugal sea un tormento, que el marido finalmente quiera aliviar esta situación buscando un desfogue en otra mujer, con lo que las sospechas de la mujer se convierten en lo que se conoce como una profecía autocumplida. Es la forma en que se enfrenta el problema (las soluciones intentadas) las que perpetúan el problema y hacen que crezca en proporciones inimaginables. En la actualidad el principal representante de un modelo evolucionado de la TEB es el psicólogo italiano Giorgio Nardone.

17 de enero de 2016   Comentar

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